Hannah Arendt - Martin Heidegger
(Mensagem
recebida)
Pode
lá ser, meu caro admirador da minha perspicácia única, pode lá ser, não acredito, não é verdade, não pode ser verdade. Pense comigo: tinha eu começado a ler (interessada e curiosa, admito) as cartas de Martin Heidegger para Hannah Arendt e, a
páginas tantas (35), céus, Santa Bárbara, li esta passagem:
“Cuando brama la tempestad alrededor de la cabaña, pienso en
«nuestra tempestad» —o voy por el sendero tranquilo que bordea el Lahn— o me
tomo un descanso soñando con la imagen de la joven que, con un impermeable y un
sombrero encasquetado sobre los ojos grandes y quietos, entró por primera vez
en mi despacho y que, pudorosa y reservada, respondió con parquedad a todas las
preguntas —y entonces traslado la imagen al último día del semestre— y sólo
entonces sé que la vida es historia.”
Olhos
grandes e quietos e aquelas qualidades todas?! Eu?! Não! Santa Bárbara!
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